sábado, 4 de junio de 2011

Amores en la red, el miente, ella miente, futuro incierto

Romance, pasión, emoción, ilusión, dolor, decepción, traición, engaño, sentimientos enredados que se tejen unos con otros en un mismo ser humano, que además es un adicto a la tecnología de las computadoras.

Hombres-mujeres, su perfil sicológico es: un solitario, pero casanova en potencia, callado pero con un lenguaje literario extenso, un inadaptado social, pero al mismo tiempo, el tipo más sociable del mundo reprobado en la universidad, pero también el hombre más culto e inteligente que conoces.

Flojo sin trabajo, pero con la mayor iniciativa empresarial. No lo dejan entrar al antro exclusivo, pero conoce los mejores clubes donde sólo va la gente nice, no conoce al nuevo vecino, pero es amiguísimo de gente importante, no sabe ni siquiera tomar un balón, pero es el mejor jugador de futbol americano, anda en el metro y en pesero, pero tiene una nave con una megapotencia. Tiene muchas novias, pero es el tipo más fiel y sincero que hay. Es machista, pero es de mente muy abierta; tímida, pero excitante seria, pero deseosa de vivir la aventura más desenfrenada de su vida; una histérica en potencia, pero la mujer más dulce del planeta, habla demasiado y eso la mete en líos continuamente, pero es toda una psicóloga para escuchar a sus amigos. Desordenada y desaliñada en su aspecto físico, pero muy organizada y al último grito de la moda, no sale de bazares y ropa de segunda, pero usa sólo ropa de diseñador; utiliza hasta betabel y polvo de arroz para maquillarse naturalmente, pero sólo compra cosméticos en tiendas de prestigio; no conoce ni siquiera Tepoztlán, pero a cada rato viaja al extranjero.

Tiene novio, pero todavía es soltera y sin compromisos La lista sería interminable, lo que sí es una realidad es que con tal de atrapar a alguien incauto que termina siendo más hábil en el discurso de la mentira que tú, te envuelve en una historia de amor que puede terminar hasta en cibersexo, como lo llaman los especialistas en la materia.

La recompensa: una fantasía y una ilusión que te convierte en un ser asocial físicamente, pero social en un medio cibernético, el paso del tiempo traducido en minutos y luego horas continuas te deja un sentimiento de recompensa egocéntrica, el de ser “interesante, agradable, romántico, inteligente, cariñoso, sensual, carismático, etcétera, etcétera.”

Cuando al fin llega el momento de que alguno de los dos quiera conocerse, envían la foto de otra persona, para aparentar tener ese cuerpo escultural o ese porte ejecutivo a que hacían mención.

Y a la hora del encuentro personal se citan en un lugar desconocido (sólo para alguno de ellos, pues el otro por lo menos ya tendrá muy bien reconocida la puerta de emergencia para huir si fuera necesario) y no faltará la escolta de amigos para “hacer el paro” en caso de alguna emergencia o que resulte un “Jack el Destripador”.

Se citan a una hora determinada, ella promete llevar un vestido sexy color rojo, él de saco y corbata, en últimas ambos llegan en jeans, y observando en todo el lugar quién es él o la susodicha para, si le conviene o le agrada físicamente, encontrarla y si no, sólo quedarse a observar desde una mesa en un rincón apartado.
Posteriormente se disculpará y dirá que se le presentó algún problema de última hora, y que no pudo avisar, se disculpa y promete contactar de nuevo... nunca más vuelves a saber de él o ella.

Sin embargo, hay historias que culminan en forma diferente, se da un romance, ya no virtual sino muy real; se conocen, ya no hay cibersexo, sino una relación sexual verdadera, y en últimas deciden si...

El fin de esta historia es predecible, y por esa razón se los dejo así, y sólo les recuerdo que pueden enviar sus preguntas y temas de interés, como lo fue este que asu vez es uno de los que más interesan a la juventud mexicana, porque es fácil conocer a alguien por la red, pero la realidad a veces es distinta a la que imaginaste.
 
 
 

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